BM Logroño muestra su mejor versión en su victoria ante Bidasoa y mantiene sus posibilidades de acceder a la Copa Asobal
A BM Logroño le van las emociones fuertes. Su rendimiento aumento a medida de la complejidad del rival. Ya lo demostró ante Barcelona y lo repitió ante Bidasoa. Cuanto más difícil es el desafío, mejor son las prestaciones.
La visita de Bidasoa al Palacio de los Deportes no era empresa fácil. Acudía un equipo en estado de gracia, capaz de sacar adelante todos sus partidos en liga y competición europea, salvo la derrota ante el todopoderoso Barcelona. Un conjunto, dirigido por Jacobo Cuétara, que combina una defensa granítica con un contragolpe letal.
Sin embargo, se encontró con la mejor versión de BM Logroño, que fue capaz de dominar un partido desde el inicio hasta el final. Una salida fulgurante, como no lo había hecho en toda la campaña ante su parroquia, para obtener la primera ventaja. Sergey dejó claro que no iba a ser fácil batirlo desde el inicio. Y al comienzo de la segunda parte mantuvo a su equipo en liza cuando parecía que se podían torcer las cosas.
Pero no fue el único. El húngaro Patrick Ligetvári demostró que está llamado a hacer grandes cosas. Sacó su martillo en la primera parte y se mantuvo firme en el eje de la defensa con el siempre voluntarioso Miguel Sánchez-Migallón. Balenciaga brindó una nueva clase magistral en el centro del ataque y lo mismo se puede decir de Tomás Moreira. Un pivote que lució con nombre propio.
Pero no fue fácil. La defensa 5-1 que planteó Cuétara cuando el partido se ponía cuesta arriba (12-4 min. 15), con Odriozola de punta de lanza, puso en aprietos a BM Logroño superada la primera parte.
Una victoria de corazón y alma. Un triunfo que mantiene las posibilidades del conjunto franjivino, que ayer estrenó indumentaria, para clasificarse para la Copa Asobal y firmar una primera vuelta sobresaliente. Un desenlace que quedará pendiente de los resultados de las tres últimas jornadas, pero que hace presagiar una campaña de ensueño en la liga y en Europa en el caso de que sean capaces de mantener las prestaciones y la intensidad que desplegaron en el Palacio.
