Sergio Rodríguez. El técnico de los récords

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Sergio Rodríguez con el Promesas del CD Logroñés. Riojapress/Fernando Díaz

Sergio Rodríguez superó este domingo la marca de Carlos Pouso y se convierte en el entrenador con más partidos (102) en la historia de la UD Logroñés 

Por @scaneda

 “Para ganar un partido lo más fácil sigue siendo tener la pelota”. La frase es de Alex Ferguson, entrenador del Manchester United durante 27 años consecutivos, pero podría firmarla perfectamente Sergio Rodríguez. El técnico logroñés superó este domingo la marca establecida por Carlos Pouso y se convierte en el entrenador con más partidos dirigidos en la historia de la UD Logroñés, con 102 duelos al frente de los riojanos. Cada una de esas tardes, igual que en las 65 que defendió la camiseta blanquirroja como jugador, Sergio Rodríguez ha sido fiel a la idea acuñada por el míster de los diablos rojos.

Su debut al frente del primer equipo, aquel 19 de noviembre de 2016 en la Ciudad del Real Madrid en Valdebebas, fue un homenaje a esta filosofía y una declaración de intenciones sobre su idea futbolística. La UD Logroñés arrasó sin miramientos a aquel Castilla de Mario Hermoso, Odegaard, Archraf y compañía endosándole un inmisericorde 0-4. Aquella temporada 2016-2017, Sergio Rodríguez dirigió una decena de partidos a los blanquirrojos, ganó ocho y sólo perdió uno. Los caprichos del fútbol han querido que otra goleada, en este caso un 4-0 frente al Tudelano, adorne la cifra récord del técnico riojano. 

En las sucesivas temporadas, esta es la cuarta al frente del primer equipo, Sergio Rodríguez se ha ido desprendiendo paulatinamente de esa pátina de interinidad que le acompañó en sus inicios, no en vano su única experiencia previa en los banquillos se limitaba al juvenil blanquirrojo, y se ha ido forjando su carácter como técnico. Sin olvidar su condición de hombre de la casa y gran conocedor de las categorías inferiores del club, el técnico ha ido cambiando su discurso con el paso de los años. Aquel grupo de técnicos de la casa que asumieron el reto de reconducir un equipo sin rumbo a finales de 2016, de los que Sergio Rodríguez era la cara visible, han dado paso a un técnico más maduro que asume en solitario mayores responsabilidades, siempre con Javier Pineda como permanente hombre de confianza y compañero de viaje en los banquillos.

El fino mediapunta, que disputó 159 partidos en Segunda División a las órdenes de técnicos como Juanma Lillo, David Vidal o Martín Lasarte, vive su primera experiencia profesional en los banquillos en el equipo en el que se retiró como futbolista, con lo que ello supone. En un fútbol tan cainita como el riojano, Sergio Rodríguez ha conseguido sobreponerse a críticas y malos momentos deportivos, los peores los vivió el curso pasado tras el desastre en La Planilla, y gestionar con acierto los egos en un vestuario profesional. Lo ha hecho siendo fiel a su estilo y consecuente con sus decisiones. En este sentido, no es el logroñés un técnico habituado a realizar demasiadas concesiones a una grada que no siempre ha estado de su parte, lo que evidencia su carácter.

Frente a sus críticos, es evidente que Sergio Rodríguez cuenta con el apoyo sin fisuras de Félix Revuelta, convencido de que el logroñés es el mejor guía camino del ascenso, y el tiempo siempre acaba dándole la razón. El curso 2018-2019 comenzó de la peor manera posible para los riojanos y terminó convirtiéndose en la mejor temporada de la corta historia del club, con Sergio Rodríguez demostrando su capacidad para hacer evolucionar en lo futbolístico a un grupo que en la jornada cinco parecía estar abocado al desastre. 

En lo deportivo, su pizarra también ha mutado adaptándose a las exigencias de una Segunda B cada vez más competitiva. Con el paso de los partidos, el míster blanquirrojo ha ganado agilidad en la lectura de los partidos. Si bien la idea de juego sigue siendo innegociable, crecer desde la posesión del balón, su desarrollo ya no lo es. A lo largo de una temporada, las alineaciones del míster blanquirrojo nunca se repiten dos partidos seguidos. Además, su plan ha ganado en variantes con el paso de los años y ni los esquemas ni las posiciones son ya invariables. Doble lateral, interiores a pierna cambiada, extremos muy abiertos, dos delanteros de inicio, trivote… La libreta de Rodríguez tiene cada vez más páginas escritas y sus equipos son cada vez menos predecibles.

El técnico riojano ha ido superando etapas, también ante los micrófonos. Poco dado a ofrecer grandes titulares, Sergio Rodríguez ha mudado la colección de tópicos futbolísticos habituales en una suerte de correspondencia con sus jugadores a través de los medios. Si el curso pasado fue habitual en más de una ocasión escucharle reclamar más intensidad a los suyos en las ruedas de prensa posteriores a los partidos, en esta, como ocurrió en Salamanca, descolocó a propios y extraños proclamando su disgusto por el juego del equipo en el Helmántico, pese a la victoria. La prudencia inicial ha mutado en ambición, síntoma inequívoco de su evolución como técnico.

Respaldado por unos resultados al alcance de pocos entrenadores de la categoría (la mitad de sus partidos se cuentan por victorias), Sergio Rodríguez ya trabaja en el plan para superar el próximo domingo al Osasuna B en busca de su triunfo número 52, porque es sabido que este deporte tiene poca memoria y como sostiene el Cholo Simeone: “El fútbol siempre es el mañana”. 

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