Mal de altura blanquirrojo

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El Caudal conquista Las Gaunas (2-1) y agrava la herida de una UD Logroñés que suma su tercera derrota consecutiva

Por @scaneda

La UD Logroñés, víctima de su particular mal de altura, abandona en la jornada sexta los puestos de privilegio del Grupo II de la Segunda B y cae al séptimo lugar fruto de un mal partido ante un efectivo Caudal de Mieres. Los asturianos han conquistado Las Gaunas gracias a dos golazos firmados por Borja Prieto e Iker Alegre.

No hay ni rastro del bloque blanquirrojo que conquistó Lezama y que, pleno de solvencia, machacó al Vitoria en Las Gaunas. Un doctor Jekyll y señor Hyde de manual. Quizás el anecdótico liderato o el hecho de ocupar los primeros puestos de la tabla en las primeras jornadas haya cortocircuitado algo en el bloque riojano, porque lo cierto es que, hoy por hoy, la UD Logroñés es un equipo roto, bloqueado, sin ideas que sobrevive a base de los chispazos, cada vez más intermitentes de Muneta, el empuje de Salvador y del descaro de Ñoño. Nada más. El fútbol ya no fluye.

 

Frente al Barakaldo y el Unión Adarve aparecieron los primeros síntomas de este mal de altura, que en Burgos se confirmaron y que en Formentera se agravaron. Ante el Caudal, en Las Gaunas, los de Sergio Rodríguez han encendido las luces de alarma. A la eliminación copera, que ha hecho daño en el seno de la plantilla, se suma la evidencia de que el tono físico del equipo no es el mejor, tras acumular mucha carga de partido en este primer mes de competición. Además, hay varios jugadores muy lejos de su mejor versión, el caso más evidente es Pablo Espina y en líneas generales a los riojanos les cuesta entrar en partidos intensos.

Con todo, pese a que el primer aviso del partido llegó en las botas de Thaylor, que regresaba a Las Gaunas tras su aciago paso la temporada pasada, la UD Logroñés consiguió hilar un par de combinaciones de mérito, lideradas por Muneta, en los primeros compases del encuentro, pero la gasolina y las ideas le duraron muy poco a la sala de máquinas riojanas. En el minuto 12, un gran pase largo de Caneda permitió a Ñoño encarar a Rabanillo que despejó de manera magistral el disparo del andaluz.

A partir de ese momento, el control de balón y las ocasiones fueron para los de Paco Fernández. Así llegó, tras un mal despeje de la defensa blanquirroja, el primer gol del encuentro obra de Borja Prieto. El centrocampista asturiano engatilló un disparo en la frontal del área, en el minuto 18, que se coló por la escuadra de Miguel. Unos minutos más tarde, mismos protagonistas, pero en esta ocasión el meta riojano consiguió desviar el disparo.

Los riojanos trataron de sacudirse el dominio de los de Paco Fernández recurriendo a los balones en largo buscando a un desafortunado Iván Aguilar. Sin apenas circulación de balón, la defensa asturiana solventaba las imprecisas acometidas riojanas con facilidad. Demasiadas prisas por llegar al área de Rabanillo y pocas combinaciones riojanas. Aún así, Salvador remató en el área pequeña un balón que el portero asturiano despejó a córner, mientras que Muneta y Arnedo probaban con disparos a media distancia sin éxito. En el minuto 37, Ñoño disparó desde la frontal y el balón se le escapó a Rabanillo. Empate con fortuna que daba oxígeno a los riojanos antes del paso por vestuarios.

La segunda parte comenzó con una gran buena jugada de Miguel Santos que cedió un balón atrás para que Espina disparase al cuerpo de Rabanillo. Poco después, Ñoño tuvo otra oportunidad que también desbarató el meta visitante. A partir de ese momento, minuto 58, el juego de la UD Logroñés descubrió todas sus costuras. Ni la entrada de Rayco por Espina, ni la salida de Marcos André aportaron ninguna solución a un juego riojano plano. Una y otra vez Caneda colgaba balones a la frontal del área, donde los asturianos se mostraron netamente superiores. En el minuto 75, una de las innumerables pérdidas en el centro del campo riojano sirvió para que un ex blanquirrojo, Iker Alegre, tirando de repertorio, marcase un golazo gracias a un disparo ajustado al palo derecho de Miguel. El asturiano tuvo el detalle de no festejar el gol para no agravar la herida blanquirroja.

A partir de ese momento, impotencia y falta de ideas blanquirrojas. Es cierto que el equipo tiró de orgullo y coraje, encerrando al Caudal en su área, y también que un centro pasado de Ñoño en el descuento golpeó en el larguero, argumentos insuficientes para que este equipo, tocado en lo anímico, lograse este domingo la victoria. Ni los cambios de Sergio Rodríguez mejoraron al equipo ni las variantes tácticas surtieron el efecto deseado.

Mucho trabajo por delante en una semana en la que Sergio Rodríguez deberá recuperar anímicamente a un bloque que suma tres derrotas consecutivas y que ha perdido la esencia en su juego. El domingo en Villaviciosa espera el Lealtad, un rival muy complicado en Les Caleyes que tratará de prolongar este bache riojano una semana más. Toca remar para volver a la senda del triunfo cuanto antes.

UD Logroñés: Miguel; Santos (Marcos André Min.77), Paredes, César Caneda, Borja Gómez; Álvaro Arnedo, Ñoño, Carles Salvador, Iván Aguilar, Muneta (Cifu Min. 85) y Pablo Espina (Rayco. Min. 65).

Caudal Deportivo: Rabanillo; Cristian, Invernón, Calahorro, Catú; Adrián Llano (Alberto Min. 68), Thaylor (Richard Min. 68), Borja Prieto, Camochu (Borja Navarro Min. 78), Javi Sánchez e Iker Alegre.

Árbitro: Antonio Monter Solans (Colegio Aragonés). Amonestó a Paredes (Min 21) y a los visitantes Adrián Llano (Min. 6) y Catú (Min. 33)

Goles: 1-0 Borja Prieto (Min. 18), 1-1 Ñoño (Min. 37), 1-2 Iker Alegre (Min. 75)

Incidencias: Partido correspondiente a la 6ª jornada de Liga en el Grupo II de Segunda B.

 

 

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